Hablamos en clase de esto ayer.
Así, el simple movimiento de rotación terrestre es una de las causas de que hoy tú estés vivo, estés viva y tengas un corazón que palpita, puedas respirar oxígeno y estés leyendo esto. De hecho, simplemente con que la tierra se detuviese de repente, y parase de girar sobre sí misma, el mundo tal y como lo conoces cambiaría por completo y tu existencia se limitaría a unas pocas horas.
Pero, ¡tranquilidad!, que no hay ninguna posibilidad de que eso ocurra. Sin embargo, es un buen entrenamiento mental para darse cuenta de cómo todos esos simples procesos son responsables de nuestra vida y, además, entender un poco más el funcionamiento del planeta. Presta atención:
Si la Tierra dejase de rotar, lo primero que notarías sería algo así como un choque en un accidente de tráfico, solo que con una fuerza cientos de veces mayor. Y es que, efectivamente, saldrías disparada, disparado. Y no solo tú, sino que todos los seres vivos, objetos y diferentes masas de tu alrededor, incluidos edificios, rocas y montañas que se desprenderían ( y sí, el agua de los mares, océanos y lagos también).
La explicación de esto es sencilla: si los polos del planeta se mantienen estáticos,( quietos) el ecuador está girando a 1770 km/h. Por lo tanto, un parón en seco detendría a la masa planetaria, pero todos los objetos sobre él mantendrían durante unos instantes esa misma velocidad, debido a la inercia, y saldrían disparados hacia la atmósfera. Cierto es que se irían deteniendo a medida que el aire fuese rozando contra ellos y los fuese deteniendo, devolviéndolos hacia la superficie.
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